Celia se pudre pertenece a una saga que comenzó Rojas Herazo con Respirando el verano (1962), seguida de En noviembre llega el arzobispo (1967). Hasta la fecha la novela había sido publicada en dos oportunidades, la primera en 1986 por la editorial Alfaguara; la segunda en 1998 por el Ministerio de Cultura. En esta oportunidad la Fundación IriArtes, que lidera la tercera edición, editó un texto dividido en cuatro tomos, con un tiraje de mil ejemplares, labor que realizó de la mano de diferentes aliados.
Proyecto Celia se puede
El objetivo del proyecto Celia se puede es facilitar el acceso de los lectores a la novela Celia se pudre, del escritor sucreño Héctor Rojas Herazo, con una edición no solo económica, sino que realmente facilite su lectura, por lo cual la particularidad de esta edición es que viene publicada en cuatro tomos.
El proyecto se propone también dotar a 150 bibliotecas públicas del país con un ejemplar de la obra, entregándoles además dos herramientas que les ayudarán al personal bibliotecario, maestros y promotores, a conocer y presentar la obra en los diferentes espacios de lectura. Se trata de una Guía de lectura y un Laboratorio de gamificación lectora del que se realizarán, en este año, varias sesiones presenciales y virtuales para bibliotecas de Sucre y el Atlántico.
Adicionalmente, el proyecto contempla una estrategia de promoción conformada por contenidos gráficos, audiovisuales y escritos que se pondrán en circulación a través de redes sociales, medios convencionales y sitios web. Uno de estos contenidos es el bibliotrailer de Celia se pudre, que pueden ver en nuestro canal de Youtube:
La reedición y publicación impresa y digital de Celia se pudre ha sido posible gracias al estímulo del Programa Nacional de Concertación del Ministerio de Cultura, al apoyo del Fondo Mixto de Promoción de la Cultura y las Artes de Sucre y a la alianza con las editoriales La Iguana Ciega, de Barranquilla, la Editorial Universidad de Magdalena y Comfenalco Antioquia. Sin embargo, por el alto costo del proyecto, superior a los $100.000.000, se activaron también dos campañas de consecución de fondos a través de la plataforma Vaki: “No dejemos que Celia se pudra”, y “Celia se lee”, que fueron claves para poder culminar el proceso editorial.